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Published Monday, April 09, 2007 by J AYBAR | E-mail this post

Francifol Café - seran racista de VERDAD ?

Discriminación en los bares
Por negro, por pobre y por feo
CLAVE y Clave Digital comprobaron que todavía persiste la discriminación en algunos centros de diversión nocturnos

Usted tiene reservación? -No. ¿Hay que reservar?- Bueno… lo que pasa es que el dueño tiene una fiesta. Así se inicia el diálogo entre el portero de Red Room, establecimiento ubicado en la Max Henríquez Ureña, de Naco, y reporteros de CLAVE, que de forma encubierta realizaron un recorrido siete bares y una discoteca para verificar versiones sobre discriminación por posición social, económica y hasta racial.
El siguiente argumento fue el "cover", "los hombres pagan RD$ 300 y RD$ 200 las mujeres, ¿usted lo pagará? -Sí,- ¡¿Usted lo va a pagar?! Su sorpresa y duda sólo pueden ser comparadas en inmensidad con la altura del Pico Duarte. Al proceder a pagar la cuota de admisión del establecimiento comprobamos que en su intento de impedir la entrada del grupo, el portero alteró la suma pues realmente el precio es 200 pesos por los caballeros y 100 por las damas. Una vez adentro el equipo CLAVE era invisible, cuando fue muy evidente la indiferencia, un mesero se acercó para anotar la orden. Una vez supo calculó el valor de la cuenta y reveló la suma, temiendo que no se tendría dinero suficiente para pagar.Al tratar de ingresar a Montecristo Café el típico argumento de "Tenemos varios cumpleaños y sólo aceptamos personas que tengan reservación", se le escuchó al portero mientras se esperaba en las afueras del local para comprobar la versión de que estaba lleno. Se observó que grupos de personas a los que no se les pidió reservación ingresaron sin ningún inconveniente."Los estoy mirando desde que ustedes llegaron. Estaba parado ahí en frente con otras personas y desde que los vi dije ése es un 'rebote' seguro. Es más hasta hicimos apuestas de que no los iban a dejar pasar", manifestó un señor que estaba fuera del establecimiento. "Ahí no dejan entrar gente como tú", le dijo a uno de los miembros del equipo de CLAVE compuesto por una dama blanca, una trigueña y un caballero de piel negra. El artículo 336 del Código Penal de la República Dominicana castiga la discriminación con prisión de dos años y cincuenta mil pesos de multa. "Es posible que la gente no sepa que eso está penado, que puede ser castigado con prisión y multa, ahora, habría que ver las circunstancias porque todo delito tiene elementos constitutivos. Hay que ver si ciertamente la excusa no fue válida", afirma el fiscal del Distrito José Manuel Hernández.
En su recorrido, CLAVE visitó los bares Blanc Dance and Lounge, de la Plaza Andalucía, Red Room, de la Max Henríquez Ureña casi esquina Lope de Vega, Doubles y Hard Rock Café, en la Zona Colonial, Montecristo, situado en la Abraham Lincoln, Loft, ubicado en la Tiradentes y la discoteca Platinium. En dos de los siete establecimientos (Montecristo y Blanc) se impidió la entrada.En Red Room CLAVE fue recibido con una actitud de indiferencia, diferente al trato que se le dispensaba a otros clientes presentes en el establecimiento.
"Si fuéramos racistas yo no tomara reservas por teléfono", afirma Emma Salazar, gerente administrativa de Montecristo Café al ser cuestionada sobre las restricciones de admisión del establecimiento. "Aquí no se rebota a nadie ni por color ni por razón social", dice Salazar, pese a que CLAVE fue "rebotado".En Blanc Dance and Lounge la excusa fue aun más absurda. "No pueden pasar porque aquí sólo aceptamos clientes fijos."-Pero eso es sólo hoy o es siempre- "Eso es siempre", agregó el seguridad que estaba apostado en el pasillo del local ubicado en la Plaza Andalucía para poner fin a la conversación. Franklin del Rosario, administrador de Blanc, asegura que ese es un negocio público al que puede entrar "todo el que califique", que tenga cédula de identidad y sea mayor de edad. "Tienes que entender que ese tipo de medidas si las has visto en nosotros es inadecuado porque no la utilizamos".
Al ser cuestionado en torno a la negativa de admisión del personal de CLAVE que estuvo en el bar, Del Rosario dice no estar enterado de la situación y nos remitió a su secretaria para una cita posterior a la cual no quiso poner fecha. "Si va alguien que nunca ha ido a un negocio, obviamente de la primera impresión dices: nunca había visto a esta persona aquí. No es un colmado, ¿entiendes? si es un colmado, amén, un colmado tiene acceso para todo tipo de persona que vaya. No sé si es así como tú me estás diciendo", sostuvo Del Rosario.

EN LA CIUDAD CORAZÓN. Los bares y cafés de Santiago de los Caballeros no escapan a esta odiosa práctica. "Yo iba con dos de mis hermanos y otros amigos al Francifol Café porque una amiga me había invitado a su cumpleaños. Cuando intentamos ingresar al lugar la seguridad nos dijo que el bar estaba lleno y que no podían aceptar más clientes, versión que era mentira ya que otros sí lograron entrar y nosotros no", afirma Karen Peña, estudiante de derecho y residente en la urbanización La Terraza, de Santiago de los Caballeros.
Para Peña la experiencia resultó traumática, por lo que asegura que no volverá a visitar el bar localizado en la calle Del Sol. "No fuimos a pedir, sino a divertirnos. No es la primera vez que esto ocurre en este bar, conozco de otras personas a las que les ha ido peor", manifiesta.
El fiscal del Distrito opina que son muchas las quejas que existen contra este tipo de establecimientos pero el ciudadano afectado no tiene una instancia administrativa donde acudir para poder reclamar sus derechos. "Para elevar el nivel de calidad del servicio ofrecido y la supervisión por parte de las autoridades, es necesario que sean creadas instancias administrativas donde se establezcan estos controles y lugares donde acudir a buscar soluciones", manifiesta el representante del Ministerio Público. Como todo delito, para condenar la discriminación se necesitan pruebas y una conducta reiterada por parte del establecimiento en cuestión. Para el fiscal Hernández Peguero, el ciudadano no se siente confiado de poder probar que ciertamente hay una exclusión, por lo que recomienda a quien se sienta discriminado por una de las razones establecidas legalmente, acudir al Ministerio Público para que se abra una investigación. "La presentación de una acusación por parte de un Ministerio Público no puede basarse en suposiciones, debe ser con pruebas que tenemos que presentar, datos ciertos", dice Hernández. ¿Quién podrá defendernos? La legislación actual no regula la facultad o derecho del que se apropian los dueños de los centros de diversión para impedir, sin una causa justificada, el ingreso de una persona. La dificultad para probar la comisión del delito de discriminación (que siempre es disfrazado con alguna excusa) puede salvarse con una ley que establezca procedimientos administrativos que sancionen y juzguen a los establecimientos que, abiertos al públicos, limiten o impidan la entrada de una persona sin una causa justificada, lo que no constituye una discriminación si no está especificado en el artículo 336 del Código Penal, que regula este delito.
"Técnicamente podríamos concluir que el caso podría perderse por la rigurosidad de las pruebas", manifiesta el fiscal del Distrito Nacional.

LOS AFECTADOS
En reiteradas ocasiones
En diciembre de 2003 una hija de la cantante Vickiana denunció que fue impedida de entrar a Praia por ser negra, mientras que su hermana, de tez más clara, a quien dejaron pasar, la esperaba en el lugar.
En su columna "El bulevar de la vida" el periodista Pablo McKinney reveló que lo mismo le ocurrió a uno de sus sobrinos, un ingeniero de 24 años, a quien definió como formal en el trato y el vestir, educado y muy correcto. Hilda Cid, propietaria de la tienda Hilda Plus, también denunció que no se le permitió la entrada al lugar, la razón, de acuerdo con sus declaraciones, fue su sobrepeso. Luego de la muerte de Pura Alexandra Núñez Praia fue clausurado, según lo dispuesto por el artículo 193 del Código Procesal Penal, para facilitar las investigaciones del caso. Con el cierre se evitará, además, que el hecho produzca consecuencias ulteriores. La clásica fiesta privada. Una empleada bancaria, que no quiso revelar su nombre, manifestó que fue impedida de entrar a Montecristo Café con la excusa de que el lugar ya estaba lleno. "Después de eso entraron muchas personas, creo que fue mi color de piel la razón por la que no me dejaron entrar", dijo.

PENADO POR LEY
El artículo 336 del Código Penal de la República Dominicana dice que constituye una discriminación toda distinción realizada entre las personas físicas en razón de su origen, edad, de su sexo, de su situación de familia, de su estado de salud, de sus discapacidades, de sus costumbres, de sus opiniones políticas, de sus actividades sindicales, su ocupación, de su pertenencia o de su no pertenencia, verdadera o supuesta, a una etnia, una nación, una raza o una religión determinada. Este delito se castiga con prisión de dos años y cincuenta mil pesos de de multa.